LA OFERTA

La necesitaba con urgencia. Una cámara digital y mi guapo se la podía conseguir.Y como en esta vida nada es gratis, hasta ahora le había dado dos con recreo, la oferta fue tres veces sin parar... me dijo que sí al toque. El trato en cuestión era sexo oral pero el gancho era una detrás de la otra sin parar. ¿Creen ustedes que alguien te puede decir que NO a algo, con tremendo trato?
La cámara era para sacarle fotos a nuestro querido grupo nacional LUCYBELL en el lanzamiento de su album COMIENDO FUEGO. Todo por ser responsable!! Que abnegada es una.. ¡puta que me gusta mi trabajo! Tengo que confezar que el lanzamiento me interesa, pero más el vacalista... el lindo CLAUDIO VALENZULA. Puta el hombre rico y guapo. Cuando fuimos a la entrevista fue algo muy lejos de lo profesional, partí mal, me quedé mirándolo sin pensar, y él, claro me miraba cómo yo lo hice. Su cara era de ¿te conozco?. Se terminó el puto rollo y yo tiritaba de nervios, por suerte yo no era la única.. mi partner también. El guevoncito disfrutaba su poder mientras yo sufría como cabra escolar a punto de una interrogación ....¿qué onda?. Se me notaba que él me encantaba harto, y no lo podía disimular, creo que hasta el portero se dio cuenta.
Me miraba, y yo también. Él se reía, y yo lo único que hacía era morderme los labios... ¡puta que me la hizo difícil! Sufrí todo el rato.
Pa' más cagarla me equivoqué de puerta y abrí un clóset, a mí no más me puede pasar eso, jajajaja, y el muy simpático me subió al columpio "con la puerta A, B o C"? Lindo el numerito.
Bajé para sacar un contrapicado, y el muy bestia me miraba, se reía y me provocaba hasta decir basta. Conclusión: él se manejaba, yo no. Él tiene el control, y yo, el descontrol. Creo que todo mi cuerpo decía eso, estaba más nerviosa que puta con atraso.
Cómo es la vida, las fotos más importantes de mi vida, me las cagaron mis nervios y me puso en contacto con mi úlcera nerviosa. Ah!, lo chicos son bien simpáticos y hasta tiernos los guapos. Ojalá que este sábado no me pase de nuevo, creo que no se va a dar ni cuenta que yo estuve ahí. Que me ayude Dios, porque en la primera, me dejó más sola que un dedo. Recen por mí a los que crean, y a los que no, mándenme un Valium, lo necesito. Gracias.