EL CHISTE DE MI VIDA

EL CHISTE DE MI VIDA

Cuando uno es joven persona, pero no olvida. Yo en cambio no perdoné y no olvidé.
Llena de rabia crecí hacia mis padres, luego llegó mi pareja y creí que todo sería más fácil. Que ingenua, llevaba por dentro todas mis miserias. Y con mi hijo terminé en el suelo, nunca me ha dolido tanto algo, fue como que me dieron la peor paliza de mi vida.
No crean que por ser madre, eso no me asustó, sólo que fue que mi hijo no es igual que todos los niños. A él le cuesta el doble todo.
Mi historia cambió tanto hasta hay y en proceso. El siempre estará conmigo y nunca me dejará sola.
Bueno, el no es el problema, soy yo y mi chiste de vida. Cuando tenía 5 años mis papás se iban a separar, no lo hicieron.
Cuando tenía 16, nos cambiamos de casa y se separaron, y me quedaba sola todas las tardes después de clases.
Cuando tenía 19 años, vivía sola, trabajaba y la soledad era mi única compañía (fue el tiempo más difícil de mi vida).
Tuve un pololo medio dañado que me amaba, pero los dos estábamos probando que éramos fuertes, quedó la pura cagá.
Yo no necesito que me encuentren mina, sólo necesito mucho afecto de mis amigos, mis hermanos, de la gente que me importa y yo a ellos.
Me encanta que me miren, creo que es porque siento que existo, no soy un mueble. Que tengo algo que entregar o alguien me puede dar lo que siempre busco, no lo tengo muy claro aún.
Gracias al blog he tenido que darme cuenta lo mal que estoy, y lo que me duele o me molesta… he dejado de discutir con todo el mundo, ahora sólo digo lo que pienso, pero aún me cuesta no pelear.
Sólo siento que la vida es un gran chiste. Es un drama lleno de conflicto y comedia burda, y de muchas alegrías con cuotas de sacrificio.
Tengo tantas cosas que decir, pero de esta forma no la cago, no peleo, sólo me enfrento a mi misma y me sigo curando las heridas que a estas alturas de mi vida son hartas y me duelen mucho.
Espero algún día poder mirar a mis padres y reírme con ellos, dejar de discutir por cosas ya perdidas y sin solución. Y que no me duelan los recuerdos, las imágenes hablan más que mil palabras…